Quien cobró su primera factura de fracaso es la nueva Sub procuradora de procesos, Laura Borbolla, con el tremendo golpe que significó la liberación del Rey de la Piedra, Roberto Batllia Martínez.
Dicha liberación es sumamente significativa puesto que este hombre es uno de los principales abastecedores de droga para la organización Criminal La Unión Tepito, Los Rodolfos y el Cártel de Tláhuac.
La funcionaria, quien carece de experiencia procesal no supo conducir a los ministerios públicos para evitar ese fracaso, pues más allá de una calificación reprobatoria en su carrera, representa un fracaso para la seguridad de los capitalinos.
Este individuo formó parte de la entonces Policía Judicial del Distrito Federal y eso le ha permitido contactar a los operadores de investigaciones relevantes como la suya.
Sin embargo, en este caso no falló la investigación, sino el área de procesos que no pudo sostener las pruebas obtenidas contra el llamado Rey de la Piedra.
El peligroso delincuente mantiene puntos de droga en las calles Nicolás Bravo y Lecumberri, en la alcaldía Venustiano Carranza por muchos conocido, como la fila o la cola de las tortillas por la gran cantidad de adictos, que diariamente se formaban para compra comprar cualquier tipo de narcótico.
La relevancia del caso, es que este sujeto ya había establecido contacto con los principales cabecillas de las citadas organizaciones criminales y para su captura la Policía de Investigación obtuvo órdenes judiciales para el cateo de tres inmuebles en las alcaldías Venustiano Carranza e Iztapalapa, donde se aseguraron grandes cantidades de droga y diversos vehículos de lujo, así como mascotas exóticas como un mono de cabeza blanca.
Será importante conocer la determinación y la opinión de la Fiscal, Ernestina Godoy, ya que a la subprocuradora anterior Alicia Rosas Rubí le solicitó la renuncia por la liberación del Dionisio Flores “Nicho”, padre del otrora líder de la Unión Tepito, Óscar Andrés Flores Luna “El Lunares”.
Otro tropiezo de Laura Borbolla es haber colocado en la Fiscalía de Mandamientos Judiciales a Francisco Trujillo, puesto que en 2013 este servidor público fue separado de la institución por el entonces Procurador, Rodolfo Ríos Garza, ya que tuvo un papel cuestionable y sospechoso por la deficiente actuación tras la denuncia de los familiares de 13 jóvenes secuestrados en el bar Heaven, Trujillo mostró su fracaso en aquél año, pues más allá de advertir a las altas esferas de la procuraduría, desdeñó la información y lo vio como uno de los tantos casos que llegaron a sus manos en el Centro de Atención a personas extraviadas y ausentes (Capea).
El desenlace de ese episodio fue el hallazgo de 13 jóvenes, hombres y mujeres, muertos, cercenados e inhumados clandestinamente, en un rancho de Tlalmanalco Estado de México, el cual, por cierto, perdió el Gobierno de la Ciudad en la extinción de dominio, por la apelación presentada por la dueña de dicha finca.