El uso de cubrebocas parece ser la medida más efectiva para contener la propagación del virus SARS-CoV-2, determinó un grupo multidisciplinario de científicos que trabajan en varias universidades en Estados Unidos.
Lo anterior de acuerdo con una investigación donde participó el Nobel mexicano Mario Molina.
Se identificó la transmisión aérea como la ruta dominante para la propagación del Covid-19
El artículo fue publicado en PNAS (Proceedings of the National Academy of Sciences), la revista de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos.
Ahí, los investigadores señalaron que a partir de que en Italia y en Nueva York se impuso el uso de cubrebocas, los contagios comenzaron a disminuir.
“Nuestro análisis revela que la diferencia, con y sin protección de rostros, representa el determinante en la configuración de las tendencias de la pandemia en todo el mundo.
“Concluimos que el uso de máscaras faciales en público corresponde a los medios más eficaces para prevenir la transmisión entre humanos, y esta práctica, junto con pruebas exhaustivas como cuarentena y seguimiento de contactos, plantea la alternativa más eficaz de luchar para detener la pandemia Covid-19, antes del desarrollo de una vacuna”, indicaron.
El estudio, titulado Identifying airborne transmission as the dominant route for the spread of COVID-19, está firmado por Renyi Zhang, Annie L. Zhang y Yixin Li, de la Universidad de Texas; Yuan Wang, del Instituto de Tecnología de California, y el premio Nobel mexicano Mario Molina, de la Universidad de California.
Los científicos señalaron que el medio más eficaz por el que se transmite el virus es por vía aérea, al estornudar, toser, hablar o simplemente respirar, por lo que, si no se usa cubrebocas, las medidas como el distanciamiento social, el confinamiento y la higiene son insuficientes por sí mismas.
“En este trabajo mostramos que la transmisión en el aire, particularmente a través de aerosoles generados de la atomización humana, es altamente virulenta y representa la ruta dominante para la transmisión de esta enfermedad. Sin embargo, las autoridades gubernamentales no han tenido en cuenta la importancia de la transmisión aérea en el establecimiento de medidas de mitigación”, advirtieron.
El estudio analizó el curso que tuvieron las pandemias en China, en Italia y en Nueva York y concluyó que el éxito en la mitigación de la pandemia en el país asiático versus el escalamiento que tuvo en la nación europea y la ciudad americana fue que la primera desde el inicio impuso el uso del cubrebocas.
“Nuestro análisis revela que la diferencia con y sin la cobertura de rostros obligatorios representa el determinante en la configuración de las tendencias de la pandemia. Esta medida de protección reduce significativamente el número de infecciones”, señalaron.
Tanto en Italia como en Estados Unidos, indicaron, se impuso el uso de cubrebocas ya avanzada la pandemia, sin embargo, pese a ello, se logró una reducción notable de contagios.
“Esta medida de protección por sí sola redujo significativamente el número de infecciones, es decir, en más de 78.000 en Italia del 6 al 9 de mayo y más de 66.000 en la ciudad de Nueva York del 17 de abril al 9 de mayo”, señalaron.
CITAS DE ALGUNAS CONCLUSIONES DEL ESTUDIO
“La transmisión directa ocurre a cortas distancias en tiempos extendidos, y a mayores distancias en el aire”.
“En este trabajo, demostramos que la transmisión aérea es particularmente virulenta, particularmente a través de los aerosoles nacientes de la atomización humana, que representa la ruta dominante para la transmisión de la enfermedad. Por otro lado, la importancia de la transmisión aérea no se ha considerado para el establecimiento de las medidas de mitigación por autoridades gubernamentales”.
“Específicamente, la Organización Mundial de la Salud y los Centros de los Estados Unidos para el Control de las Enfermedades (CDC) han ignorado en buena medida la importancia del uso de los cubrebocas”.
“Las medidas actuales de mitigación, tales como el distanciamiento social, la cuarentena y el aislamiento implementadas en los Estados Unidos no son suficientes por sí mismas para proteger al público. Nuestro análisis revela que la diferencia entre el uso y el no-uso de los cubrebocas representa el factor determinante en darle la forma a las tendencias de propagación de la pandemia a nivel global”.
“Nuestra conclusión es que el uso de los cubrebocas en público corresponde a la medida más efectiva para prevenir la transmisión de la enfermedad entre personas, y que esta práctica, que es relativamente barata, junto con pruebas extensivas, cuarentenas y el seguimiento de contactos plantea la mejor oportunidad para controlar la pandemia del COVID-19, antes de que se desarrolle una vacuna que funcione”.
https://www.pnas.org/content/early/2020/06/10/2009637117
http://centromariomolina.org/wp-content/uploads/2020/06/PNAS_Zhang-Molina-06-08-2020.pdf
