Por Araceli Olivares
El presidente Andrés Manuel López Obrador reprochó el doble discurso y la doble moral del Centro ProDH, pues también defiende a los jóvenes de Ayotzinapa, por lo que solicitó a la Compañía de Jesús investigar el actuar de los abogados del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh) en el caso Ayotzinapa, defendió a la vez a los implicados en la desaparición de los 43 normalistas y a los familiares de los jóvenes.
Denunció que estas organizaciones “llegaron a una situación de control y manipulación extrema, que no permiten que los padres de los jóvenes hablen de manera directa con nosotros, tiene que ser a través de los asesores o de los abogados”.
Acusó que los defensores de la organización de defensa de derechos humanos Agustín Pro promovieron una solicitud para dejar en libertad a quienes habían participado en la desaparición de los jóvenes alegando que habían sido torturados.
“Dejaron libres a 60 involucrados y todavía el Pro lo celebró, diciendo que era una sentencia histórica”, dijo.
Y luego se demostró que quienes quedaron en libertad sí participaron en la desaparición de los jóvenes, comentó.
Por ello, pidió la intervención de los jesuitas y señaló directamente a Mario Patrón, ex director del Centro ProDH y es rector de la Universidad Iberoamericana campus Puebla.
“Le pido a los jesuitas que ojalá y nos ayuden en la investigación”, señaló en la mañanera de este lunes mientras respondía a una pregunta sobre la reforma al Poder Judicial.
En especial se refirió a Mario Patrón, que fue director del Centro Prodh y hoy director de la Universidad Iberoamericana de Puebla.
“Estoy esperando que me responda el señor Patrón, que era el del Pro entonces y ahora es rector de la Ibero en Puebla, del grupo de jesuitas, él no es jesuita, es abogado, pero necesito que me den una explicación a esto”.
Señaló que pudo haber un delito, pero más que un tema jurídico, es “moral, básicamente. ¿Cómo es posible que se haga esto?”.
Y en este tema, señaló que detrás estuvo el senador Emilio Álvarez Icaza, quien fue “presidente (secretario Ejecutivo) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que es de la OEA, que tiene intereses también muy vinculados a grupos de poder hegemónico de carácter internacional, que no nos ven a nosotros con buenos ojos”.
