Claudia Sheinbaum deja el Gobierno de la Ciudad de México con un sonrisa de oreja a oreja por el apoyo que recibe de gobernadores y alcaldes, pero no así de las víctimas a las qué olvidó, menospreció, sobajó y discrimino.
Y es que a la aún jefa de gobierno, la persigue sombra de las muertes de la Línea 12 y del Rébsamen.
Cuando fue alcaldesa de Tlalpan, Claudia Sheinbaum autorizó la construcción de un colegio, que a la postre, durante el sismos de septiembre de 2017, le costó la vida de 19 niños.
Su administración como alcaldesa no hizo nada y 19 familias quedaron sumidas en el sufrimiento y dolor..
Pero eso importó, Sheinbaum llegó a la Jefatura de Gobierno, donde desde un inicio se dedicó a mejorar su imagen, pensando en suplir a Andrés Manuel López Obrador en la presidencia de la República.
Y después en mayo de 2021, 26 personas más murieron por la negligencia del gobierno, que prefirió gastar recursos en la promoción de la imagen de Sheinbaum y no en el mantenimiento del Metro.
Aún los recursos se siguen ocupando en la imagen y propaganda, y las víctimas fueron olvidadas.
Ni siquiera han sido reconocidas como víctimas, a pesar de que unos perdieron hijos, hermanos, padres, amigos.
Otros más quedaronncon daños en su cuerpo para siempre, pero ni el gobierno lo atiende.
La sombra de esas muertes seguirá a Sheinbaum, el pueblo y la Ciudad de México no puede olvidar lo qué pasó y volverá a pasar.