Por Araceli Olivares
Este lunes, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que la guerra sucia “está en su apogeo”,
Pero dijo no es nada excepcional o inédito, pues siempre que hay elecciones existe ese “ambiente crispado”.Y señaló que “ni modo que nos extrañe, si la hemos
padecido, fuimos víctimas de la guerra sucia y es lo que saben hacer los conservadores”.
Reiteró que el incidente con los familiares de los normalistas de Ayotzinapa “no pasó a mayores” y pidió “estar muy atentos por la temporada y porque hay mucha provocación”.
Lo anterior lo mencionó luego de ser cuestionado sobre si ya se tiene el costo de las reparaciones de la puerta de Palacio Nacional, tras el portazo dado por presuntos normalistas de Ayotzinapa, el presidente López Obrador dijo que todavía no, “pero ya nos van a pasar la
cuenta y vamos a aportar voluntariamente para repararla”.
Agregó que los conservadores “se las dan de gentes de bien, de ser muy educados, puros, de
buenos modales, que siguen al pie de la letra el Manual de Carreño, pero no, su verdadera
doctrina es la hipocresía, son muy autoritarios, muy hipócritas chuecos y corruptos”.
Llamó a no caer en ninguna provocación, a evadir el acoso y a “no hacerle caso a la prensa vendida o alquilada a los del conservadurismo, que son casi todos, más en esta temporada
que están canasteando con los convenios de publicidad”.
Comentó, en ese contexto, que en política “no se debe hacer el ridículo” ni “comer sapos”,
como se decía antes, que: “en política había que comer sapos sin hacer gestos”.
Afirmó que la política es un imperativo ético y no se trata de triunfar a toda costa sin
escrúpulos morales, ni de llegar a algún cargo “dejando trozos de dignidad en el camino”.
