Adrián Mendoza
La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ha dado un giro inesperado al caso de Mario Aburto Martínez, quien fue condenado por el homicidio de Luis Donaldo Colosio, candidato presidencial del PRI en 1994. La Corte ha revocado el amparo que le otorgó un Tribunal Federal, lo que significa que Aburto seguirá en prisión mientras se repone el procedimiento.
La decisión, que se tomó por mayoría, fue impulsada por el ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá, quien propuso que se escuche a las víctimas del crimen, la familia de Colosio, en el proceso de amparo. La ministra Lenia Batres Guadarrama, quien emitió el voto decisivo, se sumó al proyecto de Alcántara Carrancá, rompiendo el empate que se había presentado en la votación previa.
La polémica decisión ha generado diversas reacciones, con algunos sectores aplaudiendo la reposición del procedimiento para garantizar la participación de las víctimas y otros criticando la decisión de mantener a Aburto en prisión.
Es importante recordar que la Fiscalía General de la República (FGR) impugnó la resolución del Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Segundo Circuito, que había ordenado la reducción de la sentencia de Aburto. La FGR argumentó que el Tribunal Colegiado había omitido escuchar a las víctimas del delito, dejando a las partes en estado de indefensión.
La decisión de la SCJN de ordenar la reposición del procedimiento abre un nuevo capítulo en el caso de Mario Aburto, manteniendo la incertidumbre sobre su futuro. La Corte ha priorizado la participación de las víctimas en este proceso, lo que podría tener un impacto significativo en la resolución final.
La opinión pública sigue dividida sobre el caso, con diferentes perspectivas sobre la justicia y la reparación a las víctimas. La decisión de la SCJN, aunque polémica, ha puesto en el centro del debate la importancia de escuchar las voces de las víctimas y garantizar un proceso judicial justo y transparente.
