Por José Antonio González En lo que sería una gran fiesta para la Cuarta Transformación se convirtió en una guerra de cantos y de porras para las corcholatas que quieren gobernar el país.
A pesar de llegar a los acuerdos de no atacarse entre los miembros, la verdad es otra. Pues los líderes de los grupos juveniles les piden a qué griten y alcen la voz a su candidato.
“Griten con fuerza, que se escuche más fuerte” indicó uno de los coordinadores de este grupo que no se logró identificar pero apoyaba a Monreal.
“A huevo Marcelo, Chiapas te quiere” “Monreal presidente, de aquí pal real, todos con Monreal” expresaban los grupos que alzaban la voz para que retumbara su candidato favorito.
Cuando salen las corcholatas, los grupos empiezan a gritar y alzar los brazos en señal de triunfo.
En eso sale el aún canciller, Marcelo Ebrard, quien recorre el pasillo y los medios se le van encima. Él, con una sonrisa que no puede con ella sabe que ha ganado un round importante.
Asegura que habrá piso parejo y que será una competencia real.
Por su parte, el secretario de gobernación, Adán Augusto López Hernández solo saluda a la gente y se toma fotos, selfies que le aseguran algunos votos de cara a la encuesta.
Ricardo Monreal no quiere acercarse a sus simpatizantes, quiere evitar a la prensa pues dijo lo que tenía que decir y espera ganar en la encuesta.
A las afueras de lo que se ha convertido en un búnker de Morena sobre avenida Revolución, cualquier civil puede comprar el chaleco de Morena y entrar sin ningún problema a las conferencias de prensa y a los eventos de este partido.
“El costo es de 350 pesos, hay de varias tallas, chica, mediana, grande y extra grande, también tenemos llaveros y a los amlitos”, indicó la comerciante
– ¿Los amlitos se siguen vendiendo?, Sí, contestó la vendedora de los productos. Están en 200 pesos.
Y es que, en enero, el presidente de Morena, Mario Delgado desafió al Tribuna Electoral mencionando que la gente promoviera desde las redes sociales a su peluche para que no se violara la ley.
Las vitoras terminaron alrededor de las 18:00 horas, ya solo quedan integrantes del staff de Morena en un hotel que se ha convertido en el búnker de Mario Delgado, que a pesar de tener un edificio grande en la colonia Granada, parte de Polanco, se dan el lujo de contratar un salón para la plenaria que ha decidido como irán a pelear la candidatura de Morena para el 2024.